Un Diagnóstico Cambia Todos Tus Planes III

Parte III

¡Hola! ¡Dios les bendiga! Espero que se encuentren bien.

Por si es tu primera vez por aquí, en primer lugar gracias por visitar mi página, y segundo, puedes ponerte al tanto leyendo las siguientes publicaciones anteriores:

Fue uno de los peores días de mi vida.

Salí del consultorio del doctor devastada.

No sabía si llorar, si golpear la pared de rabia e impotencia… no sabía qué hacer.

Lo único que sabía es que ese diagnóstico había cambiado mi vida y que ya nada iba a ser igual.

Asimilando la realidad de un diagnóstico

Bajé las escaleras como pude…

Salí a esperar a una amiga (la que me había dado el dinero para la Inmunohistoquímica) que también había ido a una cita médica ese día y a la vez a acompañarme…

Cuando ella salió y la vi, simplemente le dije tengo cáncer y me puse a llorar.

Camino a mi casa iba tratando de asimilar todo y cómo se lo iba a decir a mis padres.

Tengo que resaltar…

Que a todo esto y antes de que me dieran el diagnóstico final, algo dentro de mí me decía que tenía cáncer…

Pero, si bien es cierto, no es lo mismo imaginárselo, que cuando ya te lo confirman.

Valor para decirlo en mi casa

Llegué a mi casa y armada de valor se lo dije a mi madre, la cual se derrumbó.

Soy hija única, así que deben entender aún más el dolor que ella sintió.

Llantos y llantos, llega mi papá a la casa, quién al vernos desvastadas se dió cuenta de que no era nada bueno.

Simplemente le pude decir es cáncer…

Todo se derrumbó en mi hogar aquella noche…

Hija única, tengo una bebé y soy la que mantiene la casa económicamente… el cuadro no era nada agradable.

No pude dormir aquella noche!

Al otro día fui a trabajar y a informar a mis superiores y compañeros sobre mi diagnóstico.

Tenía la mente en todos lados, qué iba a pasar, cómo iba a cubrir mis gastos, cómo sería la operación…

Sobreviviría!?…

Se empezó a regar la noticia entre mis familiares, los cuales tampoco lo asimilaban.

Posibles soluciones

Dos de mis tíos que viven en el extranjero plantearon la idea/necesidad de que viaje a New York para recibir un mejor tratamiento y a la vez abaratar los costos (porque realmente no tenía cómo yo cubrirme todo en mi país).

Uno de mis tíos del extranjero, es médico, y luego de evaluar mis exámenes y resultados se da cuenta de la gravedad del asunto y del tiempo que se había perdido, por lo que me recomienda salir inmediatamente a recibir atención médica.

Recuerdo que estaba en mi trabajo esa tarde, era inicio de la semana santa 2017 y ya solo trabajábamos hasta ese día.

Llamé a mi jefe a su celular (porque ya el no se encontraba en la oficina), le planteé lo que sucedía, lo aprobó y ya era prepararme para viajar.

Inicio del papeleo necesario

Finalmente, llego a New York, se inicia el papeleo necesario, empiezan a pedir mis muestras de biopsia a mi país, comienzan a evaluarme… todo va caminando de maravilla!

Al menos eso creía yo!

Porque lo peor aún estaba por venir y yo no lo sabía…

Continúa…

Por favor sea reflexivo en sus comentarios y sepa que si he decido compartir mi vivencia por esta vía, es porque sé que del otro lado del monitor hay personas que pueden estar pasando por la misma situación.
Y es una manera de motivarlos a seguir, que no se rindan. Que pongan todo en manos de Dios Todopoderoso, que es rico en Misericordia y Sanador por excelencia.
Sé que algunas personas dirán, que lo que me sucedió no fue tan grande, que existen cosas peores.
Bueno. ¡Tal vez! Pero yo no comparto esto como una manera de que me tengan pena. ¡Para nada!
Sino como una manera de que si tú que me lees pasaste o estás pasando por una situación similar, no te derrumbes, déjalo todo a Dios.
Podemos hablar, compartir e intercambiar vivencias.
Gracias.